ANABAUTISTAS PACIFISTAS

ANABAUTISTAS PACIFISTAS Los anabautistas de Zurich rechazaron a los gobernantes seculares y a toda la sociedad corrompida por el pecado. No defendieron la "guerra santa", sino que tomaron una posición pacífica. Abogaban por la "separación de la abominación", como en la Confesión de Schleitheim. Los cristianos no deben asociarse con los impuros y, por lo tanto, no deben participar en ningún asunto relacionado con cuestiones cívicas o políticas. Se negaron a portar armas y asumir funciones gubernamentales. Decidieron no pagar los impuestos que se utilizaban para la guerra y se negaron a prestar juramento. Era un credo político totalmente antipolítico. Grebel escribió una carta a Müntzer, con varias advertencias en tono respetuoso, expresando su disconformidad con la violencia y la lucha armada. Las críticas de Grebel también se dirigieron a Lutero y otros reformadores de Wittenberg, que son "académicos y médicos indolentes". Tienen seguidores, "proclamando un dulce Cristo". Para él, Lutero "vinculó su evangelio al príncipe". Por otro lado, “el Evangelio y sus seguidores no están protegidos por la espada, ni deben protegerse de esta manera, (...) Los verdaderos cristianos son ovejas en medio de lobos, matando ovejas; que deben ser bautizados en angustia, persecución, sufrimiento y muerte; deben ser juzgados con fuego y deben venir al hogar eterno para descansar, no para matar el cuerpo, sino para la mortificación espiritual. Tampoco usan la espada o la guerra mundana, ya que la matanza se ha alejado de ellos, a menos que, de hecho, todavía estemos en la antigua ley. E incluso allí, por lo que podemos recordar, la guerra fue una pena ...” Marcos Inhauser