BIENAVENTURANZAS (V)

BIENAVENTURANZAS (V) Los mansos “Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra” (Mt 5,5). La palabra griega manso proviene de la raíz “praus” en su derivado “praotes”, que significa “mansedumbre” y “humildad”, “suavidad”, “mansedumbre”, “cortesía”. Esta bienaventuranza se basa en el Salmo 37:11 (“los mansos heredarán la tierra y se deleitarán en la abundancia de paz”). En la Septuaginta, parece haber sufrido problemas debido a la renuencia de los traductores a creer en la realidad de que los pobres tomaban posesión de la tierra. Para su comprensión, debe entenderse desde las primeras frases (“No os enojéis a causa de los malhechores, ni tengáis envidia de los que hacen iniquidad. Porque pronto se secarán como la hierba, y como la hierba verde se secarán”). El salmista ofrece una alternativa a la desesperación y la frustración en un mundo donde los malvados parecen invencibles: la esperanza de la justicia de Dios. Este sentimiento está en todo el Salmo (v. 7, 9, 10, 12-17, 20-22, 28, 34-37, 40), con la garantía de la desaparición de los malvados (v. 2, 9, 10, 22, 38); cuando serán eliminados de la tierra (v. 28), y su poder será quebrantado (v. 15, 17) por el juicio de Dios (Sal 7:13,20). Los mansos heredarán la tierra porque los ricos se marchitarán. Con el tiempo y las sucesivas adaptaciones al texto, se produjo un suavizamiento pasivo en la connotación de la palabra mansedumbre. No se trata de ser cobarde, sino de ser dócil, tener paciencia ante las cosas que no te gustan o con las que no estás de acuerdo. El que es manso, cuando escucha algo con lo que no está de acuerdo, cuando le preguntan algo que no le gusta o se siente ofendido, tiene un comportamiento apacible y no violento. Prefiere permanecer en silencio antes que responder de la misma manera. Quien “no se lleva los insultos a casa”, quien responde con violencia verbal o agresión, está lejos de ser manso y, por tanto, de ser cristiano. Las respuestas violentas y ofensivas son contrarias a la mansedumbre. Cuando la persona dice ser cristiana, pero sus discursos, discursos, respuestas están llenas de violencia, agresividad, odio, puede ser cualquier cosa menos cristiana. La respuesta de un cristiano puede y debe ser asertiva (algunas personas confunden ser asertivo y vehemente en respuesta con ser violento), donde los sentimientos se expresan sin ofender o herir al otro. Creo que la bienaventuranza se refiere a vivir en paz, con continuidad, con longevidad en la tierra en la que se vive. Recuerdo haber hablado con varios palestinos cuyas tierras estaban ocupadas por asentamientos israelíes. Muchos decían: “esta tierra es de la familia desde hace siglos y nos la quitaron”. Vivieron una vida sin paz, sin un hogar tranquilo, porque hubo quienes, en nombre de Dios, invadieron sus hogares y propiedades. Creo que el texto habla de personas que, siendo mansas, pueden soñar y vivir una vida larga y tranquila en sus hogares. Los gobernantes que quieren permanecer en el poder nunca lo lograrán si están enojados. La historia está llena de ejemplos de arrogantes y criminales que no permanecieron en el poder. El llanto dura una noche (que puede ser larga), pero siempre llega la aurora y con ella la alegría (Sal 30,5) Sólo la mansedumbre da larga vida. ¡La violencia acelera la muerte! Marcos Inhauser

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