¿QUÉ ES LA BIBLIA PARA LOS ANABAUTISTAS RADICALES?

¿QUÉ ES LA BIBLIA PARA LOS ANABAUTISTAS RADICALES? La comprensión de lo que es la Biblia alimenta muchos textos y debates de laicos y teólogos. La mayoría cree que es la Palabra de Dios. Hay quienes defienden la inspiración verbal y plenaria (cada palabra fue inspirada por Dios), los que defienden la inerrancia (no hay nada que no sea verdad y esté en contradicción), los que creen en la inspiración mecánica (cada palabra fue dictada por Dios), los que sostienen que es un libro histórico de un pueblo que fue reconocido como paradigmático para situaciones de vida y lo toman como guía. En los círculos anabautistas y pietistas radicales había una posición sui generis: la Palabra de Dios es lo que Jesús dijo y eso es todo. Las narrativas sobre milagros son informaciones sobre cómo Jesús aplicó lo que enseñó a su propia vida, sirviendo de ejemplo para todos. Las cartas, los textos del Antiguo Testamento son palabra de Dios en la medida en que concuerdan con lo que Jesús dijo y vivió. Hay, pues, una gradación en las Escrituras: la Palabra de Dios es lo que Jesús habló. Los evangelios también contienen actos que revelan cómo Jesús vivenció lo que dijo. Subordinados a esto están las cartas y otros escritos. En el AT hay textos de información histórica, parenéticos (sermones), de consuelo, de aliento, de esperanza, etc. Ante esto, se le da gran importancia al Sermón de la Montaña, donde, de manera condensada y precisa, expone los valores que deben guiar la vida de los seguidores. Es “un manual de vida cristiana”, que debe ser observado en cada minuto de la vida de los discípulos de Jesús. Por eso digo yo que la Hermandad se define como una Iglesia bíblica neotestamentaria, que toma como complementarios otros textos bíblicos. Debo decir, sin embargo, que esta posición de jerarquizar los libros de la Biblia en grados de revelación no es adoptada por la gran mayoría de los miembros de la Hermandad, donde la Biblia entera se considera la Palabra de Dios. Como la Hermandad no es confesional, no se impone una visión a los miembros, pero se respeta la libertad de creencia. Marcos Inhauser