¿SABÍAN DEL IMPACTO?

¿SABÍAN DEL IMPACTO? Al mirar los acontecimientos que tuvieron lugar a principios del siglo XVI, especialmente los relacionados con la Reforma, me pregunto constantemente: ¿eran conscientes de lo que estaban haciendo y de todas las implicaciones de sus acciones? Por ejemplo, cuando Lutero decidió colocar sus tesis no dentro de la catedral sino fuera de la puerta, ¿era consciente de las implicaciones políticas y económicas de tal acto? La Reforma no hubiera sido lo que fue, si solo hubiera sido un movimiento de pensadores (sacerdotes y filósofos) y de la nobleza. Solo tuvo el impacto que conocemos porque contó con el apoyo popular. Este apoyo se dio más por razones políticas que por convicciones religiosas. La sociedad europea del siglo XVI era feudal (basada en la injusta ecuación de los derechos de la nobleza y los deberes de la plebe), donde los pobres tenían cero posibilidades de revertir su situación obteniendo salarios más justos, pagando menos impuestos o accediendo a una propiedad. Lutero, al atacar el poder papal de decretar indulgencias (perdón de los pecados que se vendían para financiar la pompa papal y la construcción de la Catedral de San Pedro), también atacó su poder, ya que la excomunión fue el instrumento político utilizado por el Vaticano para someter a la población, y la nobleza y mantener el estado feudal que tanto le interesaba (¡si el papa no tuviera el poder de perdonar, tampoco tendría el poder de excomulgar!). Desde temprana edad, el pueblo se dio cuenta de que las tesis de Lutero eran revolucionarias porque podían revertir el marco social, político y económico en el que vivían. Un análisis más detenido de la Reforma muestra que este compromiso popular permitió reformar no solo la religión actual, sino la sociedad, y que la Reforma fue un evento significativo porque afectó las estructuras sociales. Las propuestas de reforma social que se hicieron no partieron de formulaciones filosóficas o económicas, sino de un firme compromiso de obedecer el principio reformado de "Sola Scriptura". Los cambios políticos y económicos se hicieron con la visión teológica de la injusticia y el pecado. Calvino, en Ginebra, creó la asistencia a los inválidos, enfermos y ancianos, luchó contra la inmoralidad, controló los precios, reguló el trabajo, estableció las vacaciones y la observancia del domingo y promovió la educación. Los reformadores radicales, los anabautistas, también tuvieron su parte en los cambios. Partiendo de la convicción de que las cuestiones de fe son íntimas y de que nadie puede decidir por los demás en qué creer, defendieron el bautismo de adultos como una forma de respetar el principio de libertad de opinión y decisión y negaron al Estado la potestad de decidir qué religión que los sujetos debían tener, una práctica común en la época. En consecuencia, nacieron los conceptos de libertad de conciencia y separación de Iglesia y Estado. En el aspecto más radical, Tomas Muntzer promueve la guerra de los campesinos para que tengan acceso a la tierra. Vivimos en una situación social de exclusión de la mayoría, arrojados a la pobreza por mecanismos injustos. Se recortan los fondos sociales para financiar bancos en bancarrota fraudulenta cuando se vende el perdón de los pecados con las bendiciones de la prosperidad. Más que nunca, la iglesia debe mirar su historia, que enseña que el error de vender bendiciones (ya sea el perdón de los pecados o la curación o la liberación y la prosperidad), de creer en revelaciones extra-bíblicas traídas por profetas y profetisas autonombrados iluminados, debe combatirse con el compromiso con "Sola Scriptura", de "Sola Gratia", "Sola Fide" y "Sola Christus". Marcos Inhauser