UNA MIRADA ANALÍTICA

UNA MIRADA ANALÍTICA Al mirar críticamente a los prerreformadores, reformadores y radicales (anabautistas), llevando tal lectura a Menno Simon, se pueden decir algunas cosas en un vistazo evaluativo general. He dicho en artículos anteriores que la Reforma no fue un accidente inesperado. Fue construida paulatinamente por varios pensadores y educadores que la precedieron, haciendo aportes filosóficos, educativos y conceptuales al universo imperante. Sucedió en el siglo XVI no por casualidad. Ningún otro momento de la historia reunió a tantos genios en las más diversas áreas. Para hacerse una idea, vea algunos de ellos: Leonardo da Vinci (1452-1519): erudito, pintor, escultor, arquitecto, ingeniero, científico e inventor. Copérnico (1473-1543): astrónomo, formuló el modelo heliocéntrico del sistema solar, desafiando el fundamentalismo del modelo geocéntrico aceptado en la época. Miguel Ángel (1475-1564): escultor, pintor y arquitecto italiano, uno de los más grandes artistas de todos los tiempos, famoso por obras como el techo de la Capilla Sixtina y la escultura del David. Vesalius (1514-1564): anatomista que con su obra revolucionó la comprensión de la anatomía humana. Shakespeare (1564-1616): dramaturgo y poeta inglés, considerado uno de los más grandes escritores en lengua inglesa, cuyas obras son interpretadas y estudiadas hasta el día de hoy. Galileo Galilei (1564-1642): astrónomo, físico e ingeniero italiano, contribuyó a la revolución científica y mejoró el telescopio, realizó observaciones astronómicas y apoyó el heliocentrismo. Francis Bacon (1561-1626): filósofo, estadista y ensayista inglés, uno de los pioneros del método científico y el empirismo. Kepler (1571-1630): matemático, astrónomo y astrólogo, formuló las tres leyes del movimiento planetario. Cervantes (1547-1616): español mejor conocido como el autor de "Don Quijote", considerada una de las mejores obras de ficción jamás escritas. Por si esto fuera poco, también aparecen Lutero (1483 – 1546) y Calvino (1509 - 1564). Estas convergencias de genialidad, aliadas a las ideas que prepararon el ambiente (humanismo, renacimiento), asociadas al profundo descontento con la Iglesia Católica Romana, permitieron que se produjera la reforma. Percibo que Dios, en Su sabiduría, reunió las condiciones. No fue obra de uno o de un pequeño grupo, sino un mover del Espíritu dentro de la sociedad, ciencia, política, economía y filosofía, que resultó en lo que aprendemos cuando estudiamos historia para no cometer los mismos errores. Marcos Inhauser